lunes, 7 de noviembre de 2016

Dilema de Heinz


ANÁLISIS DEL DILEMA DE HEINZ

El dilema de Heinz.

Léalo detenidamente, analícelo y responda las siguientes preguntas:

1. ¿Qué le aconsejaría al Sr. Heinz?

2. ¿Debería el Sr. Heinz robarse la medicina?  ¿Sí o no? ¿Por qué sí o por qué no?

3. ¿Qué haría usted en su lugar?  ¿Por qué piensa que actuaría de esa manera?

4. ¿Qué conflicto de valores se plantea en este dilema? ¿Cuáles son los valores que entran en juego?

DESARROLLO

1.    La situación vivida por el señor Heinz compromete la vida humana como derecho fundamental reconocido por todas las naciones del mundo y plasmado en los Derechos Humanos que rigen la convivencia, aquí se encuentra la salud también como otro tipo de derecho dentro del acceso a la misma y algunas otras regulaciones como la invención, creación y desarrollo, en este caso de medicinas que sirven para salvar la humanidad y no solamente para enriquecer a quienes la desarrollan, descubren o inventan.

Le aconsejaría al señor Heinz, en esta época recurrir a las autoridades administrativas locales, las autoridades de Salud Pública, al mismo Estado y a los medios de comunicación para lograr la ayuda económica necesaria, dar  a conocer el caso, que le puede ocurrir a otros posteriormente, evidenciar las razones e intenciones del farmaceuta y motivar a la ciudadanía en la solidaridad con el fin de salvar la vida de su esposa y la vida de otras muchas personas que podrían beneficiarse del medicamento a futuro.

Aconsejaría seguir insistiendo para no caer en la penuria de agrandar su problema cometiendo el delito de hurto, el cual así se pueda considerar por razones de fuerza mayor, caso fortuito o necesidad manifiesta para salvar una vida, seguirá siendo delito y castigado por la ley.

Cualquier entidad, asociación, club, grupo social, donante o persona generosa o empresa, podría interesarse y con alguna motivación de valor social podría intervenir con una ayuda positiva o alternativa para dar solución y salvar la vida de su esposa.









2.    El señor Heinz no debería robarse la medicina por cuanto ya está viviendo un dilema ético, donde está de por medio la vida de su esposa y es la razón fundamental de cualquier posición, determinación o decisión que llegue a tomar, luchando contra sus principios éticos, la moral, buenas costumbres y la manera como vive y en la sociedad donde se desarrolla. No es fácil tomar decisiones teóricas cuando la vivencia practica puede nublar la razón y entender el corazón o sentimientos que por momentos e impulsos dejarían consecuencias funestas al no sobreponerse y recurrir a otras alternativas diferentes al delito de hurto.



¿Hablar con el farmaceuta no da ninguna posibilidad positiva por cuanto ya él tomó la decisión de venderlo al precio que considera sin ningún tipo de regulación, control, sentimiento, compromiso social u otra motivación diferente a enriquecerse, qué sería de estos ricos, si todos pobres no pueden comprar el medicamento?, donde está la motivación, el sentimiento, la moral y la ética del farmaceuta?, donde esta una sociedad, una autoridad, una regulación y el tan nombrado bienestar de sus asociados?. Para este caso el señor Heinz no está solo, debe persistir.



3.    En el lugar del señor Heinz sufriría, como él lo hace, el dilema ético al enfrentarme a los valores y principios como persona versus los valores y principios de farmaceuta y los valores de una sociedad donde alterno, me desarrollo y participo. No tener el dinero suficiente, no poder comprar una medicina, no poder salvar una vida, no poder recurrir a alternativas sanas de resolución a los problemas, pensar en la alternativa más fácil, mediante el delito, es una situación indeseable; pesa más la vida de otro ser y mucho, si este, es querido y hace parte de la vida como allegado, esposa, hijos, padres etc., mendigaría al máximo, pediría, recurriría a la comunidad, y lucharía por no alcanzar el delito ni enfrentarme a un proceso bajo ninguna justificación de fuerza mayor o caso extremo de necesidad.

En el supuesto de entrar a hurtar el medicamento y fuera sorprendido por el farmaceuta y llegara al homicidio, perdería la libertad y perdería la esposa definitivamente sin ninguna otra posibilidad de solucionar un problema, sino por el contrario agravarlo como ha ocurrido en muchas otras historias parecidas en cualquier otro lugar dentro del diario vivir humano.



4.    Los conflictos presentados en este dilema son de carácter Moral (Las creencias, normas, reglas que rigen la conducta del ser humano consigo mismo y los demás.) y Ético (Las costumbres, los hábitos, las actitudes, la manera de actuar, su reconocimiento interno del bien o bueno y lo que no lo es.)

Los valores afectados son todos los que refieren a la vida humana, entrando en juego tanto los valores identificados como personales y sociales:

Se afectan valores como la vida, la solidaridad, la libertad, el respeto, la igualdad, la cooperación, la tolerancia, la equidad, la responsabilidad, la honestidad, la lealtad, la convivencia y la tranquilidad.

Héctor Miguel Cruz Rocha

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